Roca Rey

Roca Rey
Roca Rey toreando

Tauromaquia Y Economía

España

Organizaciones a favor de los animales han criticado la financiación de la tauromaquia con dinero público. Según un estudio de la Fundación Altarriba, organización a favor de los animales, las subvenciones a las corridas de toros en 2007 ascendieron a la cantidad de 564 millones de euros, unos 12 euros por cada español. Parte de este dinero procede de los fondos europeos destinados a la ganadería, destinándose 220 euros por cabeza de ganado a los criadores de toros de lidia.

Desde el sector a favor de las corridas de toros, periodistas como Paco Aguado han defendido la solvencia de las corridas de toros y contestado a las críticas hacia las subvenciones que reciben criticando los impuestos con las que se gravan, que consideran excesivos.


Las subvenciones
Se llenan la boca estos antitaurinos con eso de que la Fiesta sólo se sostiene por las subvenciones públicas. El de la perrera "El Refugio", el cabecilla (de almendra) de la ILP presentada en Madrid, llega hasta a fijar en 550 millones de euros la cantidad anual que sale de las arcas estatales o locales para financiar la "masacre" de esos "12.000 toros" que mueren a la vista del público. Y le parece un oprobio para los bolsillos de los españoles, que no son sino los mismos de los que deben salir las ayudas para su propia ONG, a la que presta imagen el hermano artista de los Tejero.

En la misma mentira incide estos días un panfleto que ha publicado el ínclito Jordi Portabella, edil del ayuntamiento barcelonés que trabaja furiosamente por la abolición de los festejos taurinos en su tierra. El libelo se titula "L'engany de la corrida", pero en él no hay más "engany" que la ocultación de datos y una la larga lista infundios.

Ninguna actividad festiva genera tantos ingresos, directos o indirectos, como este espectáculo que siempre da más de lo que recibe
Lo que no dice Portabella es que la Generalitat sigue teniendo estimables ingresos, en forma de impuestos y tasas, por los festejos de la Monumental, una plaza de propiedad privada que no recibe una sola peseta de las instituciones. Ni que el año pasado una sola corrida, la de los seis toros de José Tomás, dejó en Barcelona y en toda Cataluña -estaciones de tren, aeropuertos, hoteles, restaurantes, carísimos y abundantes peajes...-- casi mil millones de las antiguas pesetas. Y aún más, pues el de Galapagar cedió íntegramente sus altísimos honorarios a distintas "oenegés" catalanas. Sumando ingresos, y usando la misma demagogia de los antis, resulta que José Tomás, ese desprendido asesino, pudo haber aportado en un solo día buena parte del presupuesto de dietas y banquetes de los diputados que mañana van a votar contra la Fiesta.

Lo único que debe estar subvencionado en Cataluña son los blindados "correbous" del delta del Ebro. Y me temo que para eso los ayuntamientos de Esquerra Republicana y Convergencia no deben reparar en gastos con tal de asegurarse el contento de sus votantes, que van a ser los mismos que sí tendrán que pagar unos cuantos millones de euros, en concepto de indemnizaciones, si sus diputados deciden que no habrá más corridas de toros en aquellas provincias.

Eso no lo dice el cínico Portabella. Como no dice que la fiesta de los toros es el único espectáculo gravado, y agraviado, con el tipo máximo de IVA; ni que una corrida de toros en Barcelona, como en cualquier otra plaza importante, cotiza más de un millón de pesetas a la Seguridad Social; ni que los empresarios taurinos están sometidos a una auténtica dictadura de las corporaciones locales, que les sangran con abusivos arrendamientos muy superiores a los beneficios.

Y claro que la Fiesta recibe subvenciones, de los ayuntamientos de pueblos y pequeñas ciudades en fiestas que también pagan los músicos, la pólvora o las paellas gigantes. Sólo que ninguna de esas otras actividades lúdicas, como bien saben en Santander, genera tantos ingresos, directos o indirectos, como este espectáculo que siempre da más de lo que recibe. Sin ir más lejos, con esos casi mil millones de pesetas que Taurodelta le paga cada año a la Comunidad de Madrid habría para subvencionar los toros en todos los pueblos de la región durante cuatro o cinco temporadas.

A mediados de los noventa, en tiempos de la fracasada y dinamitada CAPT, se habló de encargar al político socialista Javier Gómez Navarro la redacción de un "libro blanco" en que se explicaran todas estas cosas. Pero nunca se hizo. El sistema taurino, de siempre tan ciego a las realidades que le rodean, dejó pasar torpemente la ocasión. No sé si la Mesa del Toro tiene ahora la intención de elaborar una vez ese informe económico, serio y riguroso, con el que se taparían muchas bocas y se desmontarían tantas mentiras. Llegaría tarde, pero es más necesario que nunca. Porque los políticos, ya ven, sólo entienden de dinero.